Ya hace
algún tiempo había escrito sobre el apego, exponiendo el trabajo de sus dos más
importante exponentes: John Bowlby y Mary Ainsworth. Si recuerdan bien, el
apego no es un vínculo que se dé únicamente durante la niñez, ni es exclusivo
de la relación madre-hijo, este es un proceso que dura toda la vida en el cual
las figuras de apego cambian de forma continua.
Durante la
adolescencia y etapa adulta las personas tienen una mayor y más amplia variedad
para elegir una figura principal de apego, además de la madre, el padre y otros
familiares, los adolescentes y adultos buscan la proximidad y el confort de los
amigos, pareja sentimental, profesores, terapeutas, sacerdotes y, en el caso de
las personas mayores, las hijas e hijos y nietos. Recodemos que, al funcionar
como una jerarquía, la madre y los demás cuidadores anteriores no quedan
totalmente excluidos sino que cambian su posición y funciones, este
procedimiento implica una gradual transición de los padres a los amigos y
pareja sentimental.
Shaver y Hazan fueron algunos de los pioneros al
considerar que la experiencia amorosa puede ser entendida desde los patrones de
apego formados en la infancia y que se mantienen a lo largo del ciclo vital. Propusieron una
escala para medir el estilo de apego en adultos la cual consistía en tres ítems
que representaban los tres estilos de apego básicos. Los resultados indicaban
que:
-
Hay una gran estabilidad en el patrón relacional
básico a lo largo de la vida; especialmente después de la adolescencia.
-
La historia y el estilo de apego se relacionan con la
experiencia amorosa que tienen las personas adultas en el sentido esperado por
la teoría: experiencia amorosa más positiva en el caso de las personas que
poseen una historia afectiva más positiva y un estilo de apego más seguro.
-
Los modelos mentales que las personas tienen de sí
mismas, de los demás y de las relaciones amorosas se relacionan con la historia
y el estilo de apego en el sentido esperado por la teoría: los modelos mentales
más positivos se relacionan con una historia de apego satisfactoria.
Por lo
tanto, los estilos de apego pueden considerarse como prototipos o estilos de
amar. Feliz López formula algunas de las características que se encuentran
presentes en las relaciones de acuerdo el estilo de apego de cada individuo:
1. Estilo de
apego seguro. Se asocia con relaciones confiadas y positivas sus
características principales son:
-
Mayor autonomía previa. Son personas con más capacidad
para vivir sin establecer vínculos amorosos de pareja, aunque están
predispuestos a ello. Tienen más capacidad para vivir solas de forma
constructiva si no encuentran razones para formar pareja.
-
Mejor selección de la pareja. Pueden seleccionar mejor
la pareja porque suelen tener mejores habilidades sociales, estando menos
apremiados por esta necesidad.
-
Mejor establecimiento del vínculo. Son más capaces de
decidirse a formar pareja, vivir la intimidad y establecer compromisos. Tienen
relaciones más seguras y confiadas.
-
Ideas más realistas y favorables sobre el amor. Sus
ideas sobre el amor son realistas, pero finalmente positivas. Consideran que es
posible vivir en pareja de forma satisfactoria.
-
Mayor facilidad para la intimidad y el compromiso. Les
cuesta menos involucrarse en relaciones de intimidad y establecer compromisos.
-
Mayor satisfacción con el vínculo. Normalmente tienen
un grado de satisfacción mayor en las relaciones que los otros estilos de
apego. Se sienten más seguros, disfrutan más de la relación y tienen menos
temores referidos a ella.
-
Mejor elaboración de la ruptura. Si tienen razones
para romper, lo hacen con más facilidad que los ansiosos y mejor que los
evitativos; aunque pasan por periodos de profundo dolor, rehacen mejor su vida.
2. Estilo de
apego ansioso. Se asocia a relaciones dependientes y a una continua necesidad
de confirmación de que se es amado. Sus características principales son:
-
Dificultades con la autonomía. Las personas que tienen
este estilo de apego se sienten inseguras e inestables en general. Soportan mal
la soledad y tienen dificultades para construirse una vida sin pareja.
-
Búsqueda y selección de pareja precipitada. Su estado
de inseguridad y ansiedad los lleva a buscar relaciones de forma precipitada,
salvo que tengan otros miedos inhibidores.
-
Miedo a no ser amado o amada. Una vez establecida la
relación tienen mucho miedo a ser abandonadas. Se sienten inseguras y necesitan
que les confirmen continuamente que se les quiere.
-
Miedo a la pérdida y celos más frecuentes. El miedo al
abandono y la inseguridad favorecen los celos infundados. Tienden a sentir
ansiedad ante separaciones breves.
-
Ideas contradictorias sobre el amor. Consideran que
las relaciones amorosas son lo más importante de la vida, pero que pocas veces
se consigue la relación adecuada. Es frecuente que piensen que ellas son muy
capaces de entregarse y que nunca encuentran a la persona que se merecen.
-
Mayor dificultad para romper una relación. Tienen
mucha dificultad para hacerlo aunque estén convencidas que deben hacerlo,
porque les da mucho miedo la soledad.
-
Inestabilidad e inseguridad emocional. El patrón de
emocional básico es de inseguridad e inestabilidad emocional, manifestadas
explícitamente.
3. Estilo de
apego evitativo. Tiene que ver con relaciones desconfiadas y distantes. Sus
características son las siguientes.
-
Pseudo-autonomía emocional. Tienen una aparente
capacidad de estar solas, pero se trata de una falsa autonomía defensiva. Se
hacen pasar por personas duras e insensibles.
-
Miedo a la intimidad. La intimidad emocional, la
expresión de emociones, la comunicación de asuntos muy personales, la intimidad
personal a veces, etc., les crea incomodidad y malestar. Prefieren relaciones
más formales y distantes, incluso en la pareja.
-
Dificultad para establecer relaciones. Les cuesta
mucho tomar la decisión de formar una pareja, porque pueden percibirlo como una
amenaza a su propia intimidad.
-
Relaciones con poca intimidad. Las relaciones tienden
a ser frías y distantes, con menos comunicación emocional.
-
Dificultades para las manifestaciones afectivas. Les
cuesta manifestar sus sentimientos y afectos y les crea malestar el que lo haga
su pareja.
-
Ideas pesimistas sobre el amor. Tienden a pensar que
las relaciones amorosas no existen realmente; son cosas del cine o la
literatura.
-
Aparente facilidad para la ruptura. Toman decisiones
de forma aparentemente fácil en el caso de que tengan razones para romper.
-
Inseguridad camuflada. Es un patrón de inseguridad
básica ocultada a través de diferentes defensas. El miedo a la intimidad tiene
precisamente el mismo origen: temen afrontar sus problemas.
Por otro lado Bartholomew y Horowitz al analizar la
teoría propuesta de Bowlby respecto a los Modelos Operativos Internos, los
cuales están compuestos por dos variables, la representación mental de sí mismo
(que se expresa en términos de autoestima) y la representación mental de los
demás (que se expresa en términos de confianza), elaboraron el Relationship
Questionnaire (RQ) a partir de dos dimensiones, la de la ansiedad (por la
separación, abandono o amor insuficiente) y de evitación (de la intimidad,
dependencia y expresividad emocional), al combinar estas dos dimensiones
resultan cuatro patrones de apego: seguro (modelo positivo del yo y de los
otros), preocupado (modelo positivo de los otros, negativo de sí mismo),
rechazante (modelo negativo de los otros, positivo de sí mismo) y temeroso
(modelo negativo de los otros y de sí mismo).
La representación mental de sí mismo expresado en
términos de autoestima, indica la capacidad del individuo de regular el grado
de dependencia hacia los demás. Una persona segura aceptará el grado óptimo de
independencia del otro, necesario para satisfacer las necesidades afectivas, y
garantizar su autonomía general.
La representación mental de los demás, que se expresa
en términos de confianza de modo que las personas pueden mostrar confianza o
desconfianza hacia los demás. En las relaciones interpersonales, la confianza
se expresa en términos de evitación. Una persona segura no tendrá motivos para
evitar las relaciones de proximidad.
Al cruzar estas dos dimensiones obtenemos un cuadro
similar al siguiente:
Cada individuo podría situarse en una zona de alta o
baja dependencia al igual que en la escala de evitación, dando lugar a los
cuatro estilos de apego propuestos por Bartholomew.
Seguro: persona que siente bienestar con la intimidad
y la autonomía. Se caracteriza por un bajo nivel de dependencia y un bajo nivel
de evitación.
Preocupado: persona que tiende a mantener relaciones
ansiosas y ambivalentes en situaciones de proximidad, en general muy
dependiente. Se caracteriza por un alto nivel de dependencia, bajo nivel de
evitación.
Rechazante: persona que niega la necesidad de apego,
mostrándose muy evitativa. Muestra una autosuficiencia defensiva, no cree en
las necesidades afectivas. Posee un bajo nivel de suficiencia y un alto nivel
de evitación.
Temeroso:
persona que teme la relación porque teme la intimidad. Reconoce que necesita de
los demás, pero le aterra la proximidad. Posee un alto nivel de dependencia y
un alto nivel de evitación.
Las
relaciones de apego en la vida adulta se diferencian de otras relaciones porque
proporcionan sentimientos de seguridad y pertenencia y en su ausencia aparecen
sentimientos de soledad y desasosiego. Las conductas de apego son similares a
las de la infancia: búsqueda de proximidad con la figura de apego en
situaciones de estrés, sensación de seguridad en su presencia y de ansiedad
cuando está inaccesible. La principal diferencia con el apego infantil estriba
en que el sistema de apego adulto es reciproco.
En la infancia se establece una relación asimétrica
entre el bebé y la figura de apego, esta última despliega el sistema de
cuidados y ejerce sus propias funciones mientras que el infante es el receptor.
En la vida adulta la relación entre dos personas vinculadas debe transformarse
en simétrica. Cada persona ejerce de figura de apego para la otra y, a su vez,
recibe los cuidados del otro. Todo esto ocurre bajo condiciones normales, ya
que durante muchas de las dificultades de pareja, de diferente o mismo sexo, se
producen desequilibrios en el sistema.
Ahora que conocen de qué forma influye el apego en la
etapa adulta y las características que se encuentran en cada estilo ¿De qué
forma viven sus relaciones?